Alrededor de cuatro meses habría estado en prisión Ferney Mangones Castro, el ladrón que, usando la excusa de ir a buscar una pelota de béisbol en el patio, ha entrado a robar en las casas de decenas de barranquilleros a lo largo y ancho de toda la ciudad.

La denuncia formal en su contra la instauró Luis Eduardo Mosquera, abogado y líder comunal del barrio El Carmen, el 18 de agosto de 2014. Él y, por lo menos, otros cinco vecinos fueron víctimas de la misma modalidad de hurto que le ha valido el calificativo del ‘recoge pelotas’.

“Mi mujer estaba en el computador y yo estaba en el cuarto cuando llegó a la puerta y llamó a mi mujer por su nombre (Elina Montes)”, explica Mosquera al contar su historia, un relato que se repite de forma casi idéntica entre cada una de las víctimas de los hurtos llevados a cabo por Mangones.

El joven le dijo a la esposa del líder comunal que una pelota de béisbol se le había caído en el patio y que le dejara entrar a buscarla, no sin antes haber puesto a la familia de la casa de al lado en la misma tarea. Aunque la mujer desconfió inicialmente, escuchar al ladrón nombrar al vecino –y que este le respondiera- terminó por bajar sus defensas y lo dejó pasar.

El resultado: tres celulares, una Tablet y el joven ‘desaparecidos’. Sin embargo, las cosas no salieron bien para Ferney, pues Elina se percató de la desaparición de inmediato y –gritando- salió a la calle a decir que les habían robado, a la vez que alertaba a su marido.

Mosquera llamó al CAI del barrio El Carmen y la reacción de la Policía permitió atrapar al joven, que había intentado escapar corriendo sobre la carrera 19D hacia la calle 47. Con su captura se conoció que el caso no era aislado y que eran varias las personas, del mismo barrio, las que habían sido víctimas de robos.

Estudiante de la escuela de ‘La vagancia’ y fanático de Cristiano Ronaldo, según su perfil de Facebook. Ferney Mangones tendría 19 años, un hijo y aseguró ser oriundo de Barranquilla, aunque su familia es de Valledupar y en redes sociales ha compartido varias fotografías en el río Guatapurí de esta ciudad.

El día de su judicialización en la Fiscalía, Luis Mosquera conoció a la familia de Mangones, la madre del joven le dijo que “es la esposa la que le enseñó a robar y le incita a andar en estas”. En esa ocasión el ladrón ‘recoge pelotas’ también aseguró ser analfabeta.

Gracias a que Mangones se declaró culpable -y a que no tenía antecedentes judiciales- el tiempo que pasó en prisión no fue mayor a cuatro meses, lo cual parece no haber sido suficiente para disuadirlo de seguir robando. Aunque no volvió al barrio El Carmen, se habría trasladado a otros sectores para seguir delinquiendo.

Uno de sus robos se registró hace unos seis meses en el barrio Olaya, como lo denunció Norma Noguera a Zona Cero. Estas fechas coincidirían con su liberación, lo cual implica que tuvo que pasar muy poco tiempo para que volviera a las mismas andanzas.

Los casos más reciente serían, sin embargo, los que se presentaron hace menos de un mes en el barrio El Recreo. El 2 de diciembre el joven intentó engañar a una mujer de la zona que, sin embargo, no cayó en sus artimañas e, incluso, logró grabar un video del momento en que este intentó convencerla para que lo dejara entrar.

Seis días después, el 8 de diciembre, lo volvió a ver, tocando a la puerta de una pareja de ancianos con la misma historia de la pelota eternamente extraviada para que le dejaran pasar. La mujer alertó a sus vecinos, pero primero le tomó una foto con su celular.

Al revisar sus redes sociales queda en evidencia la absoluta normalidad con la que este joven realiza sus delitos a la vez que los alterna con la vida de un ciudadano corriente. Ese mismo día Ferney subió una imagen a su perfil de Facebook en la que se le ve comiendo con la misma camiseta con la que fue fotografiado en la tarde cuando intentaba entrar a robar.

El caso, de tintes macondianos, deja en evidencia una realidad preocupante: la facilidad con la que los criminales pueden reincidir en delitos ante la falta de un sistema judicial que imponga sanciones efectivas.

Aunque es posible que la reincidencia le valga a Ferney una pena mucho mayor en caso de que vuelva a ser capturado, las autoridades recomiendan a la ciudadanía que siempre instauren una denuncia formal cuando se presenten estos casos, puesto que, sin ella, su margen de acción es bastante reducido y Mangones podrá seguir ‘desapareciendo’ pelotas y los objetos de valor de otras personas.